No soy la más fanática de Harry Potter. No conozco los secretos que guardan los libros. Mi relación con los personajes de J.K. Rowling no va más allá de lo que muestran las películas. Esto no quiere decir que me desagraden, sino que simplemente nunca me he introducido en ese mundo literario. Por lo que el que yo haga esta crítica tiene sus ventajas y desventajas.
Por un lado, mi opinión podría ser un
poco más objetiva que la de algún seguidor acérrimo, pero por el otro no podré
juzgar la historia basándome en lo bien adaptada que puede estar, pues
desconozco detalles con los que los fanáticos del mundo de Hogwarts están
perfectamente familiarizados. Por ello es que he decidido dejarles esa tarea a
los lectores de Rowling y dedicarme a evaluar el filme como producto audiovisual.
Lo primero que hay que elogiar es la
producción de la pieza. La escenografía, vestuario y efectos especiales no
tienen nada que envidiar a las cintas de estudio. Realmente sientes que estás
viendo una cinta oficial de Harry Potter a pesar de que al inicio sus creadores
aclaran que es un audiovisual independiente de la Warner Bros. y la escritora
británica.
El guion no está mal; creo que
complace a los seguidores de la saga, al mostrarles aquellos aspectos de los
libros que los filmes han dejado a un lado; pero al mismo tiempo le provee de
suficiente información sobre el contexto a quien solo se ha limitado a ver las
películas y me atrevería a decir que incluso una persona que no sepa nada de
Harry Potter (no sé si dicha persona existe) puede disfrutar sin problemas de
esta pieza.
El único problema que encuentro con
el guion es que sus realizadores dicen que con el filme buscaban explicar un
poco las razones por las cuales Tom Riddle se convirtió en Lord Voldemort, y no
creo que la trama conteste tanto el por qué, sino el cómo.
Otro aspecto que perjudica un poco a Voldemort: Origins of the Heirs es el
hecho de que en ocasiones las actuaciones decaen un poco, se sienten algo
exageradas y llegan a sacarte un poco de la historia. Sin embargo, creo que
esto se debe a que el audiovisual fue grabado en Italia y posteriormente
doblado al inglés británico, lo que probablemente introdujo ese toque de inverosimilitud;
una prueba más de que nada bueno viene de doblar las películas.
Pero en términos generales es un buen
producto que, debo admitir, superó mis expectativas. Ahora queda esperar por
próximas entregas de estos fan films
y averiguar si llegan a convertirse en un fenómeno mundial por sí solos.
Bien el artículo , a pesar que no vi todas las Harry Potter , felicitaciones.
ResponderEliminar