Proyecto de vida

PROYECTO FLORIDA

La vida de unos niños que viven a las afueras de Disneylandia transcurren en un ambiente complicado, colmado de adultos irresponsables y que al mismo tiempo luchan con la difícil situación económica que afecta la calidad de vida de todos.

Esta película del director Sean Baker, nos relata una historia sumamente original, digna del cine independiente, la cual nos muestra la vida que esconde el gran modelo norteamericano. Esa vida detrás de la principal industria del entretenimiento, esa vida detrás del turismo, esa vida detrás del lugar más feliz del mundo; Walt Disney World.

El guion puede parecer lento para muchos, pero es lo suficientemente completo y necesario para contar esta historia independiente, que juega entre el drama y la comedia, enfocando la inocencia de la niñez en un mundo cruel y lleno de vicios. Si logras conectar con la historia, terminará conmoviéndote el hecho de conocer la otra cara de la moneda, dando paso al dilema que plantea que no es lo mismo ser turista que habitante.

Las temáticas planteadas a lo largo de la historia involucran diversos temas, entre los cuales destacan; la influencia que tienen los adultos (específicamente los padres) en el comportamiento de los niños, las consecuencias de los vicios y el poder de la publicidad y la industria para aparentar un mundo maravilloso en su totalidad, opacando a los más necesitados.

La dirección fue una maravilla en sus diversas áreas artísticas, de cámaras y actorales, las cuales contaron con una participación magistral de Brooklynn Prince en el papel de la pequeña Moonee, a quien visualizo como un prospecto de Hollywood.

El diseño de producción estuvo hecho perfectamente a la medida, reflejando increíblemente el contraste entre el mundo maravilloso que se percibe desde afuera, con las fachadas del hotel a través de la visión turística y el verdadero mundo que se vive desde adentro, en cada habitación y entre la gente que habita en estas posada a las afueras de Disneylandia. Una obra de arte, si nos ponemos a evaluar los colores y la tonalidad aplicada a la pantalla.


Por otra parte, el movimiento de cámaras estuvo bien cuadrado en cada una de las escenas, las cuales personalmente llamaron mi atención los paneos que se hicieron de un costado al otro en las fachadas del hotel, ya que visualmente podíamos ir apreciando el panorama general de esa "vecindad".

En cuanto a las actuaciones, muy particulares del cine mublecore, aquellas películas que se enfocan en diálogos y actuaciones extremadamente naturales. Considero que esta película lo logró. Más allá del protagonismo que se robó Prince con su destacada actuación (destacando el hecho de ser su primera aparición en cámara), todos los niños del film lograron transmitir con frescura y naturalidad una interpretación digna de admirar.

El elenco de actores (la mayoría sin experiencia), principalmente jóvenes, apoyaron el argumento temático de la película. En el caso de Bria Vinaite, interpretando a la precoz madre de Moonee, logró hacer una interpretación alocada, llena de vicios y excesos, sobreviviendo a la desestabilización económica y personal que su ritmo implicaba. Toda esta personalidad, la podemos apreciar perfectamente reflejada en el estado de su habitación.

Y por último, no podíamos dejar afuera a la leyenda de Hollywood, Willem Dafoe, particularmente interpretando un rol muy humano, en la figura de una especie de "héroe" o padre para los niños del hotel. Una actuación camaleónica en comparación a sus papeles cuando hace de villano, pues, con este papel se ganó el cariño de muchos, sin embargo, su peso e influencia en la película no llegan a un nivel tan impactante como para haberse merecido el Oscar, en mi humilde opinión.

La película mantuvo una importante presencia en la temporada de premios, no obstante, fue perdiendo auge y desinflándose con el paso del tiempo. De hecho, la única candidatura que mantuvo hasta los Oscars fue la de Willem Dafoe como Mejor Actor de Reparto, pero tal vez la visión independiente y fuera de lo común del director, pudieron haber influido para que muchas personas no se identificaran con la película.

Un film conmovedor, que remueve los sentimientos y transmite una reflexión humana en los espectadores sobre la inocencia de los niños, ante una situación complicada, cubierta por la opinión pública y la publicidad de una de las industrias de entretenmiento más grandes del mundo

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