Cuando el poder cae en “las manos equivocadas”


BRIGHTBURN




“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” – Tío Ben a Spiderman

Los superpoderes. Los comics y el cine nos han presentado la idea de que cada habilidad sobrehumana tiene un origen, una causa y su efecto o consecuencia. A la vez, nos hablan de qué pasaría si ese poder es ocupado por alguien que, en vez de usarlo para ayudar a mejorar la sociedad, lo hace para interés propio y “dominar el mundo”. Sin embargo, no llegan a abarcarlo más allá de una simple mención del caso hipotético. Hasta ahora.

James Gunn, el mismo director de los dos “volúmenes” de los Guardianes de la Galaxia (2014 y 2017), tomó esa idea del caso hipotético, y lo hace realidad. Pero no con una historia ligada al Universo Cinematográfico de Marvel, sino que con una película independiente –producida por Screen Gems y distribuida por Sony Pictures-, alejada por completo a todo universo de superhéroes.

 Argumento de Brightburn


Brightburn narra la historia de Brandon Breyer (protagonizado por Jackson A. Dunn –aparece en Avengers: Endgame haciendo el cameo de un joven Scott Lang-), un joven de 12 años distinto al resto. Primero, viene por la caída de un meteorito en un pueblo de Kansas (la primera escena del filme presenta ese momento). En segundo lugar, aunque ve clases como un niño normal, de la nada comienza a descubrir los poderes que tiene y los busca desarrollar. Por último, pero no menos importante, comienza a oír una frase que, por poca mención dentro de la trama, le genera un “trauma” y hace que se convierta en “el malo” de la historia: “yychhagaro larum ghhol” (tomar el mundo).



Los padres, Tori y Kyle Breyer (roles interpretados por Elizabeth Banks y David Denman –participaron juntos en Power Rangers [2017]-, respectivamente), como cualquier hombre y mujer de familia, que se preocupan por las actitudes “algo rebeldes” de sus hijos, buscan evitar que él descubra el meteorito y conozca la verdad de su origen. Pero las habilidades del joven, muy al estilo de Superman, sumado al propio poder que el meteorito tiene hacia Brandon, hacen imposible el propósito.

 Segundo Acto


Un segundo acto marcado por la “imagen personal” de Brandon, cuyos modos de asesinar son dignos de análisis en la serie de cierto canal de cable hoy extinto, “Mil Maneras de Morir”, además de la marca que deja en cada fechoría que comete, y de la investigación a las escenas del crimen al estilo Crime Science Investigation, y un tercero que presenta cómo elimina a cada persona que quiere impedir que logre su propósito, son las claves de la historia que está en los cines en todo el mundo.

 Clímax


El final, abierto para toda interpretación, deja la hipótesis de que la historia de Brandon pueda continuar en el mediano o largo plazo. Eso sí, ya con él un poco mayor de edad. Y con las posibles consecuencias de sus maldades en todo el planeta.

El punto en contra: si el espectador es de comprensión rápida, pensará que lo que sucede en el filme era predecible. Además, puede que lo que suceda en el filme pueda herir la sensibilidad del usuario. Por lo que no preste tanta atención sino que sea discreto.


 En resumen


El objetivo del filme es mostrar lo que DC o Marvel no te desarrollará. El poder en manos del malo. Y su consecuencia en el ambiente interno y externo en la vida.

El dato de cierre: la película tiene la participación de parte de la familia Gunn. James como el productor, y Brian y Mark, primos entre sí –Mark es hermano de James-, como los guionistas.

Redactado por: Jair Pineda

Comentarios