Más de mil espectadores
disfrutaron de las actividades de la más reciente edición de FECIVE y del
intercambio cultural único que este festival propone. La película La familia se
alzó con el premio del jurado como mejor largometraje
Culmina otra edición de FECIVE BSAS (Festival de Cine
Venezolano de Buenos Aires). Por cuarto año ondeó la bandera del encuentro y
comunión entre Argentina y Venezuela a través de la cultura como vehículo
principal. Seis de siete funciones estuvieron agotadas marcando un nuevo record
para este festival. Una vez más, la unión estuvo marcada a través de la
presencia de representantes de ambas naciones que participaron en charlas,
talleres, performances y hasta en eventos deportivos.
Este año, por primera vez el festival tuvo un eje temático
central que atravesó todas sus actividades: la energía femenina como fuerza
creadora, invitando a todos los asistentes a reconocer, integrar y balancear
esta energía presente en cada uno de nosotros.
La coproducción venezolana-chilena La familia, dirigida por
Gustavo Rondón Córdova fue escogida por el jurado como mejor largometraje. La comisión argentina estuvo conformada por
Lilian Beriro (directora de adquisición de contenidos de QubitTV), Guadalupe
Docampo (actriz y directora) y Claudio Daniel Minghetti (periodista, crítico e
investigador).
El jurado se refirió a la ópera prima de Rondón como
“sintética, contundente y sorprendentemente conmovedora. Una película vivamente
habitada por los elementos que la componen, con un relato clásico y a la vez
orgánico que permite adentrarse fluidamente en la historia, la cual muestra la
gran diversidad de Caracas, logrando hablar de la realidad del país sin ser
panfletaria y ahondando en la condición humana de sus personajes con un hilo
conductor muy emotivo.” Los jueces afirmaron estar impresionados por el nivel
técnico y actoral de todas las obras en competencia.
Por otro lado, en la categoría cortometraje el jurado
premió a Fusilao de María Laura Reina, destacándola como “compacta y
concreta. Logra hablar de la situación actual de Venezuela logrando ser al
mismo tiempo localista y universal. Por su naturalidad podría pasar por
documental, y con una sola y excelente actuación principal, muestra de forma
neorrealista un espejo de la crisis social y de la salud pública, de un lugar
donde no hay respuesta alguna.”
En el marco de la temática central del festival
representada por “la energía femenina”, el jurado entregó una mención especial al documental Nos
llaman Guerreras de Jennifer Socorro y Edwin
Corona Ramos, el cual destacaron como “conmovedor, muy bien
contado y fuera de lo común; mostrando con una visión muy cinematográfica un
ejemplo hasta ahora desconocido del esfuerzo y empoderamiento femenino,
retratando como mujeres provenientes de diversas realidades pueden perseguir un
fin común, así como la búsqueda de libertad, dignificación y superación a
través del trabajo, ubicando al fútbol femenino como una nueva punta del
iceberg social de superación y reformulando un modelo hasta ahora netamente
masculino”.
Los espectadores también tuvieron oportunidad de elegir
sus películas favoritas. En la categoría de largometrajes, el Premio del Público fue para el documental
Nos
llaman Guerreras de Jennifer Socorro y Edwin
Corona Ramos. El Premio del Público al Mejor Cortometraje fue
para Lucy de Roberto Gutiérrez.
Las películas ganadoras reciben premios en equipos
audiovisuales cortesía de la empresa David & Joseph, quienes apuntan a que
a pesar de la difícil situación que atraviesa Venezuela, los cineastas
venezolanos no detengan la producción de sus obras.
Participaron además los films El silbón: orígenes, de
Gisberg Bermúdez Molero, película de terror que retoma la conocida fábula
venezolana (ganadora de la competencia Iberoamericana de largometrajes el año
pasado en el Buenos Aires Rojo Sangre); El vampiro del lago, de Carl Zitelmann,
thriller sobre un caso real de un asesino serial y la comedia Papita 2da base,
segunda parte del hit Papita, maní, tostón. También participaron los
cortometrajes Hastío, de Sergio Pellin; Simón, de Diego Vicentini; Bákiro, de
Miguel New; y Carne con papas, de Luis Rahamut.
La agenda de FECIVE 2019 contó con una amplísima agenda de
eventos que incluyó conciertos, ferias, charlas, talleres, perfomances y quiere
seguir creciendo en sus próximas ediciones.
Cerró con broche de oro, el lunes 24 con la 2da edición de
ENLACE FECIVE, el encuentro de networking que el festival propone, abierto no
sólo a cineastas, realizadores y miembros de la comunidad audiovisual sino a
todas las personas y organizaciones (patrocinantes, conferencistas, talleristas,
performers, voluntarios, etc.) que hicieron posible el festival. “El evento es
una aceleradora de relaciones entre Argentina y Venezuela” comentó Gastón
Goldmann, director general de FECIVE.
SOBRE FECIVE
El proyecto nace en 2015 en Buenos Aires y cuenta con otra
sede en Santiago de Chile con 3 exitosas ediciones realizadas. Pronto planea
replicarse una vez más, ésta vez en Montevideo. Es una iniciativa auto gestionada
y que, gracias a sus sponsors, aliados y muy especialmente al trabajo de más de
150 voluntarios en 2 países se sostiene y crece año tras año, fomentando el
intercambio no sólo entre el público, sino también entre toda la gente que hace
parte del festival.
Elia K. Schneider, directora venezolana-israelí, 4 veces
seleccionada para representar a Venezuela en los Oscars de la Academia,
agradeció de forma pública: “A lo largo de los años hemos tenido la oportunidad
de estar en algunos de los festivales más importantes del mundo, pero en
ninguno vimos nunca un compromiso tan grande por parte de su equipo que además
trabaja de forma voluntaria. Nos han tratado de maravilla en todo momento. De
igual forma el nivel de organización y planificación de cada una de las
actividades y charlas del festival está muy bien diseñado. Ojalá haya cada vez
más FECIVEs”
Cortesía: Jenny Navarro y Natasha Lorenzo
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