La nave que saca de la jaula al cine venezolano

LA JAULA

 
"Interesante propuesta que sirve de base para explorar la ciencia ficción en Venezuela"

La jaula es la primera película venezolana sci-fi de las nuevas generaciones (en 1965 se produjo EFPEUM, considerada como la primera cinta de ciencia ficción en la historia del cine venezolano), dirigida por el venezolano José Salaverría y producida por Cinestesia Media. Hasta la fecha ha recibido importantes premios en Festivales y le ha dado la vuelta al mundo.

La historia relata la vida de una pareja post-apocalíptica y su lucha por sobrevivir en una tierra desolada, mientras lidian con la desesperación y el incoformismo de ser la únicas personas con vida, vigiladas por unas misteriosas fuerzas sobrenaturales. Un día aparece una chica que también sobrevivió a la destrucción de la humanidad y se une al grupo para convivir en un mundo libre de prejuicios, sociedades y corrientes ideológicas. Sólamente queda para ellos disfrutar y conocer el verdadero motivo de su existencia luego de los eventos que acabaron con casi toda la especie humana.

Segunda película venezolana de ciencia ficción proyectada en el país durante el 2019 (ambas con actuaciones de Karina Velásquez), después de casi 50 años de aquella "locura", lo que demuestra que el cine venezolano tiene mucho más para dar a través de la innovación y las nuevas propuestas de visionarios directores que hacen vida cinematográfica en nuestras tierras.

 Mucho para mostrar, poco para contar y todo para analizar

Si bien es cierto que la historia de La Jaula se queda algo corta, es justo acotar que la base del guion se centra en lo temático por encima de lo narrativo. La película explora los cuestionamientos de un mundo solitario, enfocándose en aquellos aspectos filosóficos que van más allá de perseguir un sueño o un objetivo concreto en los personajes.

La película es una crítica hacia el exceso de ideologías y conflictos que adoctrinan al mundo, entre ellos, la religión, la política, las razas, las nacionalidades y todas aquellas distinciones sociales que sólo ahogan a la humanidad en un vaso de agua inferior en comparación a posibles razas superiores capaces de acabar con todo eso de una buena vez.

Quizás la falta de motivación en los personajes por alcanzar un objetivo o una meta es uno de los detalles que le restan interés a la trama, pero la filosofía que conlleva el guion permite a los espectadores mantenerse conectados a la misma.

En reiteradas oportunidades se hace mención a las convicciones de Eva, la pareja de Fausto, en que sus padres están vivos, pero no se ahonda en eso, por lo cual se siente de más y hasta parece una subtrama de relleno.

La película toma forma con la llegada de Dafne, la otra chica superviviente, donde apreciaremos una lista de subtemas presentes a lo largo de la misma, tales como; un trío amoroso, las relaciones homosexuales, la legalización de las drogas o cualquier sustancia originaria de la naturaleza y el libre albedrío.

Otro nivel de dirección

La dirección sin duda es fenomenal y por eso ha sido uno de los aspectos más valorados de la cinta. Se nota el esfuerzo de producción para elevar el nivel de una película que al ser de ciencia ficción tenía el deber de sobresalir al menos con los elementos técnicos. 

La Jaula está contextualizada en un mundo que se asemeja a la película "Un lugar en silencio". Ciertamente, la atmósfera presentada por Salaverría conserva aires similares, sin embargo, considero humildemente que hubiese sido más interesante eliminar los sonidos o la presencia constante de los animales del campo, pero se entiende la coherencia ya que sólo la población humana fue erradicada.

Por otra parte, el lenguaje multimedia de La Jaula es muy bueno y podría ser reconocida dignamente en cualquiera de las categorías técnicas. Los colores son fríos y expresan la melancolía que engloba a la cinta, no obstante, este sentimiento se mezcla con los momentos de alegría, diversión e intimidad y eso también se notó en ciertos cambios de la palestra estética.

Definitivamente la música es otro de los elementos que no pasan desapercibidos. A lo largo de la cinta predomina una ambientación electrónica estruendosa, que puede llegar a  aturdir pero que va acorde a lo que se refleja en escena y es un buen complemento técnico.

También es altamente valorable la fotográfia empleada en La Jaula, con altos estándares de calidad en la mayoría de las tomas, brindado planos de lujos que apoyados en los efectos visuales le aportan otro nivel de categoría a un cine venezolano que cada vez se supera más. Precisamente reconozco con mucha satisfacción el resultado logrado con los efectos visuales, me parecen de los mejores vistos en los últimos años del cine venezolano.

Actuaciones de La Jaula 

Todas las actuaciones del reducido elenco están a la altura y fielmente adaptadas a la personalidad de cada rol, con efectivas intensiones emocionales que transmiten el pequeño drama presente en los personajes de la trama.

Karina Velásquez me parece una gran actriz que siempre brinda lo mejor de sí para elevar el nivel dramático en cualquier producción audiovisual, apoyada en su belleza que diferencia a sus personajes del resto en la mayoría de los casos. A pesar de que su fuerte es principalmente el drama (del cual muchas veces ha estado encasillada), su interpretación como Eva es fundamental para generar interés emocional y sentimientos en una historia que carece de explosividad y ritmo en escena.

Por su parte, Ananda Troconis es una chica muy linda que recientemente vimos en pantalla grande con la aclamada película de El Silbón (película que se filmó después de La Jaula). Su personaje, Dafne, demuestra una tendencia naturalista, relajada, un tanto hippie que pone calma a la historia, haciéndola más lenta pero al mismo tiempo interesante porque su aparición rompe la rutina y da paso a la teoría que tenía Eva sobre la existencia de otros sobrevivientes. 

A pesar de toda la gracia y similitudes que Troconis guarda con el personaje; por lo sencilla y relajada; todavía no me termina de convencer con sus actuaciones y a veces apreciaba que Eva se imponía con su explosiva personalidad ante Dafne, quien se siente un poco más estructurada en su manera de expresarse.

Juvel es el otro protagonista, interpretando a Fausto, la pareja de Eva. Su rol es del hombre de la casa, el que sale todos los días a buscar recursos para sobrevivir, el verdadero macho de la película. Hay que decir que el aspecto de alcohólico le queda perfecto a su personaje, que se vacila el momento junto a sus dos mujeres en un mundo solitario donde ellos ponen las reglas. Juvel es como el Jason Momoa venezolano, que seguramente con su talento y peculiar estilo le llegarán oportunidades para participar en grandes producciones comerciales.

 En resumen

Las naves espaciales llegaron al cine venezolano con La Jaula, una cinta de cine comercial, hecha por venezolanos, que pone en cuestionamiento muchos prejuicios de nuestra sociedad.

Después de todo, el mundo quedó como una inmensa jaula para explorar libremente el amor homosexual y la drogadicción en una producción de alta calidad técnica que evidencia la superación y el crecimiento del cine en Venezuela, la cual no es para todo público pero aún así debería ser apreciada por la mayoría de cinéfilos ya que muestra una distinta propuesta, nunca antes vista en nuestro país.

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