El majestuoso y aburrido retrato de la homosexualidad femenina

RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS

"El largo camino en busca de la aceptación heterogénea del cine gay"

Desde Francia nos llega el cuarto largometraje de Celine Sciamma, quien nos cuenta la trama de una pintora, Marianne (Noemie Merlant), que se hace pasar como dama de compañía, y a la cual se le encarga un retrato sin la aprobación y sin el modelaje de la figura en cuestión, Héloïse (Adele Haenel), quien es víctima de un matrimonio arreglado impuesto por su viuda madre. 

El film se puede dividir en dos partes; en la primera la pintora y la modelo renegada se conocen, poco a poco van entablando una afectiva relación en donde ambas manifiestan sus ocultas inclinaciones homosexuales, altamente reprimidas para el tiempo que les ha tocado vivir. Ya en la segunda parte se consolida y se consuma tanto a nivel del plasmo en el lienzo como a nivel carnal la atracción pasional de estas, sin ninguna duda dos hermosas mujeres, difícil de precisar cuál es más bella que la otra, y es aquí donde desde mi más subjetiva perspectiva me resulta difícil aceptar la homosexualidad de estas dos mujeres llenas de un feminismo desbordante que cautiva a cualquier macho hetero que la visione.

 Referencias

Me confieso un ignorante dentro de la temática gay, pero esto no quiere decir que no disfrute de grandes propuestas que aborden el tema como la gran Brokeback Mountain (2005) y La Vida De Adele (2013); de paso ambas cintas premiadas en los Oscars y con la palma de oro de Cannes, respectivamente. Pongo estas dos como ejemplo de un correcto ejercicio de llevar a un público heterosexual la temática gay, que por lógica va a ser difícil de asimilar por este sector, y esto no tiene nada que ver con la homofobia. 

En Brokeback Mountain se da la contraparte de lo que propone Retrato de una mujer en llamas, es decir, si aquí hay dos figuras gay muy femeninas, en la otra había dos figuras gay muy masculinas, pero en esa los hombres estaban casados, tenían esposa e hijos y vivían una doble vida. Este inserto hacia más asimilable lo expuesto por el gran Ang Lee llenando la propuesta de matices. 

En la de Celine Sciamma hay una gran ausencia masculina ya que son prácticamente ellas dos solas llevando una relación lésbica muy intimista y con dos personajes muy femeninos. Es cierto que la cinta rompe con el arquetipo de la mujer gay masculinizada, pero también es cierto que en la gran mayoría de las parejas lésbicas una de ellas tiende a rellenar la ausencia masculina por motivos que están más asociados al complejo de Electra, rasgo psicológico que ha sido mal interpretado y utilizado. 

El complejo de Electra en las mujeres y el de Edipo en los hombres no es más que buscar en la pareja algún rasgo en la personalidad asociado a la figura paterna en el caso de las mujeres o materna en el caso de los hombres. Este hecho se da de manera inconsciente ya que el único y más trascendental referente del sexo opuesto en el ser humano son lógicamente los padres.

El argumento temático

En la Vida de Adele esto se cumple porque tenemos a dos mujeres también atractivas pero una de ellas sobre todo a nivel de imagen luce un aspecto masculinizado sin dejar de ser femenina, y ambas tienen relaciones heterosexuales, aquí presenciamos de nuevo un código que sirve como canal de empatía para con el público hetero, si el objetivo del realizador es que su propuesta llegue al mayor número de espectadores posibles, no obstante, tal parece que ese no era el objetivo de la óptica de Sciamma. Ella quería hacer una propuesta meramente femenina y dentro de la temática gay, sin casi matices o un entorno heterogéneo visible, que es lo que ocurre en la vida misma y mucho más en una época altamente conservadora en la cual se desenvuelve la trama.

No hay ninguna duda que estamos ante una cinta correctamente realizada a nivel actoral y a nivel estético, esta es una inequívoca aceptable muestra de cine de autor, de allí las buenas reseñas que ha recibido y su nominación al Oscar como pelicula internacional, pero algunas voces, entre ellas las de este servidor, encontramos en esta correcta obra una oda al aburrimiento, ya que hay un punto en la historia que por más vueltas que se le den, es previsible el destino y el desenlace que esta depara, lo que se cuenta aquí en dos horas perfectamente se pudo haber hecho en hora y media, siendo el resultado algo más compacto y restándole el efecto somnífero que carga a cuestas la trama.

En resumen

Retrato de una mujer en llamas es una muestra interesante de cine enteramente gay que podrá aburrir a aquellas masas no muy concurrentes a este tipo de propuestas, y que probablemente dejara satisfecho a los amantes del mas transeúnte cine de arte y ensayo, en mi caso lo propuesto no logro convencerme, tal vez no es culpa de su directora, lo más seguro es que mi problema es que soy demasiado hetero para esta pelicula.

Redactado por: Alfredo Cols

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