Un mensaje exorcizado

"Una película para verla con la mente despejada y el corazón abierto"

El cine venezolano está regresando a su mejor momento y es que en la misma fecha en la que "¡Qué buena broma, Bromelia!" alcanza su tercera semana en taquilla, también llega a las carteleras cinematográficas la segunda película nacional de este año 2022. En esta ocasión, nos referimos a "El Exorcismo de Dios", que luego de haberse estrenado en México, Brasil y Argentina, recaudando muy buenos números, debuta en los cines de Venezuela y Colombia.

¿Quién está detrás de la puerta de "El Exorcismo de Dios"?

Es muy probable que hayas escuchado hablar de “La Casa del Fin de los Tiempos”, una de las películas venezolanas más taquilleras de la historia y el largometraje con mayor proyección internacional de nuestro país (hasta ahora), protagonizada por Ruddy Rodríguez, del año 2013.

Después de casi 10 años vuelve el director Alejandro Hidalgo con su segundo largometraje, esta vez, con una propuesta fiel al género de terror en su máxima expresión, que nos lleva a establecer una comparación en la maduración de su carrera como director cinematográfico, con una película que de cierta forma homenajea al título hollywoodense “El Exorcismo de Emily Rose” (2005). 

Es relevante comentar que esta película fue escrita por Santiago Fernández Calvete junto con el propio Hidalgo, pretendiendo convertirse en una película de terror comercial.

Lejos de ser "El Exorcismo de Dios" una película de terror que imite al clásico título "El Exorcista", más bien busca rendir un tributo con referencias emblemáticas y terroríficas. En efecto, llega a tener un logrado balance entre el terror y el suspenso, presentando un guion que presenta matices en la historia, los permitidos clichés del suspenso, entre otros recursos aplicados al género.

¿Por qué es una película de terror y suspenso?

La historia de esta película se adentra en una trama donde un demonio muy poderoso tiene poseída a una joven, entonces, un inexperto sacerdote acude al llamado de los familiares para exorcizarla, pero entre la debilidad espiritual de este joven sacerdote, el demonio logra persuadirlo energéticamente y de esa manera apoderarse de él en todas sus dimensiones: físico, mental y espiritualmente, haciéndolo cometer una desviación durante el rito de exorcismo, que 18 años después se ve reflejado, debido a que siembra un pecado que aflora con la repetición del mismo episodio pero magnificado.

El demonio se apodera como si fuera una gran tormenta sobre los niños inocentes y de otras personas habitantes del lugar, minimizando toda labor social que este sacerdote ha dedicado en pro de disipar ese pecado que le sigue perturbando, como sombras fantasmales internas en su ser. De esta manera, el protagonista intenta salvar a sus seres queridos, conservar el respeto, adoración del pueblo y la buena imagen ante sus superiores y el Vaticano.

Esta historia esconde un mensaje que va más allá del exorcismo en sí como ritual y deja entre dicho una posición muy frontal y despejada de la credibilidad y reputación de la iglesia como institución religiosa que existe para la ayuda y caridad al desamparado.

En la pantalla

"El exorcismo de Dios" cuenta con un reparto incluyente, en el que consideraron varias fisionomías. Honestamente, no sé si haya influenciado que es una coproducción entre Venezuela, México y Estados Unidos, pero al ver la película se puede corroborar que para la selección del cast predominó una gran inclusión en la raza y origen, pues, los personajes latinos, el afroamericano, el americano y el mestizo, están representados en la película, ofreciendo contrastes y matices que dan una sensación de universalidad. De llegar a ser postulada para los Premios Óscar, este requisito estaría cubierto. 

Aún así, los personajes naturalmente tienen su propia figura y relevancia dentro de la película y es que entre el reparto está la reconocida actriz venezolana María Gabriela de Faría (Isa TKM) como Esperanza, Joseph Marcell (El príncipe del Rap) como el Sacerdote Michael; siendo este actor de nacionalidad británica; y el protagonista de origen estadounidense Will Beinbrink (It 2), interpretando al Padre Peter Williams.

¿Asusta la película?

Las locaciones son realmente mórbidas y espeluznantes como la cárcel que tiene a las reclusas de alta peligrosidad, donde se desarrolla gran parte de la trama de la película. La otras locaciones principales son el hospital donde frecuentemente mueren niños en circunstancias desconocidas y un convento que describe espacios y atmosferas oscuras, contrastantes, bajas en croma, con esa textura de suciedad que casi se puede oler, logradas con una dirección de fotografía bien cuidada en detalles que brinda la sensación al espectador de estar dentro de la película, a cargo del venezolano Gerard Uzcátegui.


El presupuesto es interesante

La película fue financiada principalmente por capital venezolano y su presupuesto superó el millón de dólares. Es por esto que evitaron a toda costa "que se le viera cualquier costura", que en términos coloquiales se refiere cuando una pieza es económica y barata de mala confección.

En este caso se evidencia la inversión en cuanto a los aspectos técnicos, el diseño de producción y un elenco conformado por actores que quizás no sean de alta factura pero sí de talla internacional.

Asimismo, se ve reflejado un cuidadoso magnificado del maquillaje, donde hasta 3 horas se tomaron para realizar algunas caracterizaciones, en función de lograr esa apariencia espeluznante y terrorífica de los personajes.

En resumen


"El exorcismo de Dios" es una película venezolana para verla con la mente despejada y el corazón abierto, pues, sólo así entenderás muchas de las cosas que suceden en la historia sin juzgarla, pero como todo ser humano que no está libre de pecado posiblemente empatizarás con algunas circunstancias y hasta podrías querer dejarte poseer con la idea de encontrar respeto, admiración o incluso mantener una imagen casi santificada, proyectando a otros esa sensación de bienestar, a pesar de que en el fondo lleves tus propias tempestades.

La película de Alejandro Hidalgo ha tenido una alta aceptación internacional y se espera que en el país repita esa misma dosis de receptividad y éxito que logró con su ópera prima "La casa del fin de los tiempos".


Redactado por: Ericka Quintana

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