BUENA SUERTE, LEO GRANDE
La directora de "Buena suerte, Leo Grande", Sophie Hyde, tuvo el reto de llevarnos a un viaje sexual mediante la comedia, desde la sencillez, sobriedad y una producción genial, hasta las contundentes actuaciones que logran contar una historia poderosa, protagonizada por la oscarizada Emma Thompson y el actor revelación irlandés Daryl McCormack.
Mediante una temática tan actual y clásica como lo es la sexualidad, esta historia presenta a Nancy Stokes, una maestra de religión, sexagenaria, jubilada y viuda que se vuelca a una aventura de sensaciones y vivencias maravillosas vividas en el mismísimo cuerpo de Thompson, quien hace vida y presta su esencia para representar al personaje en la gran pantalla.
El "molde de cristal"
Stokes quiere experimentar nuevas sensaciones eróticas que la llevarán a romper el molde de cristal que engloba su vida, motivo por el cual busca a un gigoló, el joven Leo
Grande (McCormack), quien la llevará a vivir más allá de lo conocido desde la cama, gracias a su escultural figura,
su mirada angelical y la sensualidad desbordante de su juventud para hacer de las suyas con Nancy y su lista
de peticiones que la harán salir del molde metafórico.
Lo que más me gustó de esta película es que cuenta con un guion libre de trabucos y escasos
eventos efectistas, contando una historia íntima entre dos personajes, con toques cristalinos de luz y suaves
telas en una palestra de tonos delicados para no distraer al espectador de la historia.
¿Dos personas en una habitación es aburrido?
Nancy y Leo nos muestran su fascinante vulnerabilidad y simultánea picardía, logrando dar vida con una sinergia sin igual y carisma increíble a dos seres con diferentes historias, reservadas ante el otro, con el simple objetivo intrínseco de vivir una liberación de sus moralidades y prejuicios, además de dejar caer sus envolturas emocionales y despojarse de su vestimenta en una habitación al mejor estilo inglés, clásico, sin sorpresas, pero con mucha comodidad. "Buena suerte, Leo Grande" nos adentra en una historia de placer sexual y satisfacción mental.
Al dejar caer telas, miedos,
prejuicios, egos y secretos, estos dos personajes nos llevan al viaje más divertido, con
un toque de gracia y ciertos momentos de tensión, donde el cristal del molde se
rompe para que ambos se acepten a sí mismos, liberándose en cuerpo y alma a través de una montaña rusa de sensaciones y
sexualidad.
En resumen
"Buena suerte, Leo Grande" te invita a dejar a un lado algunas envolturas mentales para disfrutar de una buena historia cargada de magníficas actuaciones.
¿Te atreverías a vivir una experiencia similar a la de Nancy Stoke y Leo Grande en esa habitación?
Nos vemos en la Habitación del "The Duffield Hotel".
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