Dunkirk, un mar de cinematografía

DUNKIRK

En plena Segunda Guerra Mundial, miles de soldados británicos quedan acorralados en las afueras de la ciudad francesa de Dunkerque. Con el mar a sus espaldas, las fuerzas enemigas se acercan cada vez más y estos hombres esperan lo peor. Basada en hechos de la vida real, el film relata la "Operación Dinamo", mejor conocida como el milagro de Dunkerque, a finales de mayo en 1940, la cual permitió el rescate de más de 200.000 soldados británicos y más de 100.000 franceses y belgas.

Este film, a diferencia de muchas otras películas bélicas, nos cuenta un relato sin enemigos, es decir, solamente apreciamos a la víctima, en este caso, los soldados acorralados. Cuesta creerlo, pero una de las maravillas logradas por su director, Christopher Nolan, es precisamente adentranos en un mar de tensiones sin mostranos a los Nazis. Lo que podremos ver a lo largo de la cinta, son las consecuencias de los actos de un enemigo que nunca aparece explícitamente.

 

Más allá de sus personajes, más allá de la empatía y simpatía que lleguemos a sentir con ellos, más allá de los sentimientos encontrados que podamos encontrar en este film; hablar de Dunkirk, es hablar de cine en su completa expresión. Una obra perfectamente construida en cuanto a detalles técnicos, artísticos, narrativos, visuales y hasta auditivos. Si eres de los que se deja llevar sólo por una canción pegajosa, un personaje carismático o sencillamente una película comercial, seguramente te cueste apreciar toda la majestuosidad, calidad y cinematografía que tiene Dunkirk. Porque de eso se trata esta película, de llenarte de tensión y adentrarte en la historia mediante las emociones producidas por cada elemento artístico, visual o auditivo que percibimos.

Nolan, increíblemente redactó un guion apoyado principalmente en  la narración visual sobre el diálogo o la palabra. Asimismo, una hora y cuarenta y siete minutos, le bastó para compactar los hechos ocurridos desde tres perspectivas diferentes y en tres tiempos narrativos distintos; una semana para contarnos la historia terrestre, un día para los hechos ocurridos en el mar y una hora para la batalla aérea. Debes prestarle mucha atención a cada secuencia, a cada escena, a cada plano, porque por algo está nominada al Óscar entre los mejores montajes... Sencillamente un grandísimo trabajo!

Desde el punto de vista visual, una obra de arte por donde se mire. Pareciera que cada plano fue medido con una regla. De igual forma, los colores fríos y tristes van acordes a lo que relata la historia. En cuanto a los efectos especiales, si bien no son los mejores (en comparación a otras películas), siguen siendo muy decentes y creíbles, pero no es su punto más fuerte.

Pero lo que más valoro de Nolan en este caso, es la capacidad de contarnos y hacernos entender una historia tan seria, en tres tiempos distintos, sin la necesidad de recurrir al diálogo y las palabras; recurso tramposo y utilizado en algunas producciones para explicar todo de la manera más fácil. Alguna vez, Alfred Hitchcock, uno de los cineastas más grandes de todos los tiempos, dijo "hay algo más grande que la lógica, la imaginación", y eso se cumple en Dunkirk, debido a que no necesitamos que alguien nos explique las cosas literalmente, sino que mediante nuestra imaginación y la percepción de lo que nos van mostrando, obtenemos nuestras propias conclusiones. Personalmente, valoro mucho este tipo de películas porque al final, el cine es eso ¿no? la literatura transformada en imagen, la fotografía en movimiento, la música como complemento de un suceso que nos produce emociones, y lograr que el espectador piense, se concentre y esté atento a tu película siempre es un punto positivo.

La música, uno de los puntos más fuertes de esta película, compuesta por uno de los grandes de la industria, Hans Zimmer, quien se valió de una banda sonora llena de mucha tensión, la cual  más allá de no crear un tono contagioso o agradable, funciona como otro complemento cinematográfico con la intensión de incrementar las emociones al espectador.

En otros aspectos, se debe mencionar la actuación, en la cual ningún personaje sobresalió del resto, más allá de tener en su elenco, debutando en el mundo de la actuación, al cantante Harry Styles, quien tuvo un papel digno y respetable. Debo admitir que por momentos, chocaba un poco ver en un papel tan serio a una persona que se ha identificado por andar en tarimas.

Como en todo film, se deben tocar los aspectos negativos, o en otras palabras, que no fueron bien vistos por algunas personas. En primera instancia, el film nos presenta personajes débilmente desarrollados, ya que apenas nos aprendimos algunos nombres, sin saber sus personalidades y mucho menos sus antecedentes históricos. Igualmente, cabe destacar que la falta de ritmo y la ausencia de escenas memorables o "épicas", de un héroe o personaje que marcara la pauta, podría decepcionar y aburrir a algunos espectadores que esperan algo similar, por el simple hecho de ser una película bélica. Pero debemos suponer que todo esto fue intensional, para darle mayor peso a la historia en general, en la cual fue diseñado cada detalle y trama de la misma. Sin embargo, en el clímax del film, veremos una escena digna de cualquier película de superhéroes.

Dunkirk es una película que nos hacer reflexionar acerca de lo importante que significó esta misión y las consecuencias que puede llegar a causar una guerra, en donde no se miden los actos. Desde el punto de vista cinematográfico, este film da una lección en relación a los aspectos técnicos y narrativos, los cuales si son tomados en cuenta, pueden servir de inspiración para muchos jóvenes cineastas que se interesen por contar historias visuales, apoyados en la imaginación y la creatividad para contarlas. Una película para reflexionar, apreciar y sobretodo, difsrutar del buen cine.