Una familia del siglo XXI

LA FAMILIA

La Familia narra la relación padre e hijo de Andrés y Pedro, habitantes de un barrio obrero de la ciudad de Caracas, del cual tienen que huir luego de que un hecho violento cambie totalmente el rumbo de sus vidas. Es la ópera prima del director venezolano Gustavo Rondón Córdova y ha sido apreciada en importantes Festivales Cinematográficos del mundo como San Sebastián, Karlovy  Vary, Cairo, Cartagena, Chicago, Estocolmo, Múnich, entre otros en Europa, Estados Unidos, África y América Latina. Asimismo, fue apreciada en la Competencia Oficial de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2017 ¿Realmente es tan buena como su exitosa trayectoria lo refleja? ¡Atentos a este humilde artículo de opinión!

La trama nos relata el recorrido de una "familia" integrada por un padre y un hijo, escapando luego de que el pequeño se involucrara en una pelea callejera, poniendo en riesgo su futuro dentro del barrio. El amor inexpresivo del padre hacia su pequeño lo lleva a tomar decisiones determinantes que atentarán con la "comodidad" de vivir en su barrio. Esta película parte de una primicia que plantea a dos personalidades totalmente opuestas y con visiones distintas sobre cómo enfrentar los problemas, emprendiendo un viaje en busca de una nueva vida fuera de lo que conocen hasta el momento.

Las cirscunstancias obligan a unir a estos dos personajes; que aunque conviven dentro del mismo techo, aparentemente no se soportan y se detestan; en un viaje que los pone a prueba y demuestra que el amor fraternal es mucho más grande que cualquier apariencia sentimental. Este largometraje es un homenaje a todos aquellos padres y madres "unicos" que cumplen todos los roles dentro del hogar, reflejando precisamente esa relación, poco afectiva, entre un padre y un hijo de clase baja, los cuales mantienen un vínculo en común que los une sentimentalmente.

En primera instancia, tenemos a Pedro, un niño de barrio que como la mayoría de sus amigos, han tenido que aprender a sobrevivir como si fueran adultos. El contexto social donde fue criado lo ha obligado a desarrollar un nivel de madurez no acorde a su edad pero preservando la ignorancia e inocencia que un joven de 12 años posee. Él cree y está convencido de que puede hacer lo que le de la gana, ignorando la realidad y cualquier tipo de peligro.

Por otro lado está Andrés, su padre, un campesino, hombre de bien, maduro y formado en los buenos principios pero que también ha tenido que aprender a lidiar con el ambiente de la capital, el cual es más agitado y peligroso que cualquier pueblo del interior, para ganarse el pan y mantener a su hijo. Andrés conoce todos los peligros que acechan en el barrio y toma una decisión que cambia drásticamente la vida de ambos y que será determinante en el futuro de su rebelde hijo.

Muchos apreciaremos a simple vista que esta familia está conformada físicamente solo por estos dos personajes antagónicos, pero detrás de lo que verán nuestros ojos, encontraremos un tercer personaje espiritual que sustenta la conexión sentimental entre ambos; la madre de Pedro. En diversos momentos del film se apreciarán referencias a lo que su madre significa tanto para Pedro como para quien sería la pareja, Andrés, sólo deben estar muy pendientes en cada momento y prestar atención a las acciones y diálogos de la película.

Uno de las temáticas afincadas de esta película es el reflejo de la jungla más peligrosa del mundo, la sociedad citadina. Lo peligroso de una ciudad, es que agrupa a demasiadas clases sociales dentro un pequeño espacio que obligan a cualquier individuo a adaptarse y compenetrarse con cada una de ellas, para ser aceptado y sobrevivir al cambio.

En esta oportunidad, Gustavo Rondón nos muestra dos panoramas radicalmente distintos que ponen a prueba no sólo el sentido de supervivencia dentro del barrio, sino los principios, la ética y la astucia necesaria para sobrevivir a las altas clases sociales, las cuales son hasta más injustas que cualquier otro sector.

Pero una de las cosas que más me llamó la atención de esta película, fue la capacidad del director para desarrollar un guion decente, libre de cualquier imagen desagradable; entendiendo el contexto del conflicto; y contarnos una historia bastante entendible sin la necesidad de mostrar físicamente al enemigo. Para hacerles una referencia, es una técnica muy parecida a la aplicada por Christopher Nolan en su obra de arte Dunkerque, en la que el antagonista es, en todo caso, los efectos y las cirscuntancias de los hechos.


Cámara en mano y la técnica del travelling le bastaron a Gustavo para darnos un paseo por algunos escenarios abiertos de la Gran Caracas, capital venezolana, cuya fotografía no ha sido muy común últimamente en las películas venezolanas. No obstante, la mayor parte del largometraje se apoya en primeros planos de los personajes. Asimismo, no hizo falta un trabajo de musicalización para generar suspenso y mantener en expectativas a los espectadores sobre lo que iba a suceder.

La dirección de casting estuvo basada en un proceso de selección de jóvenes talentos sin experiencia que representaran fielmente a la comunidad de los barrios caraqueños, logrando ese objetivo con destacadas actuaciones. Reggie Reyes, quien interpreta al joven Pedro, se desenvolvió magistralmente en un papel que le exigió interpretar a un personaje con una cultura y un temperamento muy distinto al suyo. Por su parte, Giovanni García, quien interpreta a Andrés, es un actor con mayor experiencia y que a su vez ha participado en películas como El Amparo (ganadora de los premios ACACV 2018), demostrando siempre su capacidad camaleónica para involucrarse con sus personajes.


En fin, esta película fue producida para la reflexión y el análisis crítico a la sociedad, la familia moderna y lleva un mensaje de protección para que los padres aprendan la importancia de sus acciones en el futuro y el bien de sus hijos. No fue hecha para entretener ni comercializarse como una película divertida debido a la simplicidad de su estructura narrativa pero de igual forma pueden disfrutarla digiriendo minuciosamente cada uno de los argumentos temáticos que Gustavo nos planteó magistralmente. Reconocida y apreciada en muchos países del mundo, esta producción es otra muestra de la calidad de las historias que tenemos en nuestro cine.

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