Poema ludoviquiano llevado al cine

"Irreverente, absurda y poética"

Canción de las sombras es una obra del cineasta Roque Zambrano, inspirada en el pensamiento filosófico del ilustre poeta venezolano Ludovico Silva, considerado uno de los intelectuales más importantes de Venezuela durante el siglo XX. Esta cinta se divide en 3 actos poéticos y aborda los dilemas que atormentan al poeta Diego, un hombre revolucionario que analiza constantemente su conciencia, la cual debe poner en práctica, transformarla o desvanecerla en las sombras de la ignorancia.

Considerada una película "ludoviquiana", según palabras del propio director, comprenderemos entonces que existió una ideología referencial para lo expresado acá, por lo tanto, no es una cinta de autor. Aún así, no es fácil de digerir y probablemente logre entenderla y disfrutarla un público selecto.

Un viaje a la mente de los realizadores

Cada momento de este film parte de un dilema filosófico basado en el pensamiento marxista y descolonizador del poeta Ludovico. En ese sentido, el director se tomó las licencias de algunos personajes de la cultura pop cinematográfica para satirizarlos, mostrando sus propias versiones, totalmente diferentes a lo establecido en el colectivo imaginario de la sociedad. Incluso me atrevo a comentar que existen muchas otras referencias camufladas del cine comercial que sólo los cinéfilos más expertos podrán captarlas.

Así pues, el director Zambrano afirma que se inspiró en la aclamada cinta de Quentin Tarantino "Once Upon a Time in Hollywood", dado que expresa lo que a muchos no les gustaría apreciar, así como la nominada al Óscar mostró los "patios traseros" de Hollywood y las comunidades que convivían allí. De hecho, también asegura que el protagonista es una referencia directa al galardonado Clift Booth, por la similitud que existe en el desarrollo de ambos personajes, pero manteniendo sus diferencias de personalidad.

Ahora bien, mi primer cuestionamiento es ¿Cómo una película que se pensó desde el 2012 pudo referenciarse tanto de otra que apenas comenzó a sonar en el 2017? Quizás ambos directores se conocen e intercambiaron ideas.

Por su parte, la estructura narrativa de la cinta es abstracta, desordenada y hasta incoherente, debido a los huecos de guion y algunas secuencias que dejan mucho que desear. Sin embargo, estos detalles sumados a la ausencia de un concepto narrativo definido se complementan con una historia cargada de dilemas e interrogantes, tanto para el realizador como para los propios personajes y el público.

En ese sentido, el Carnaval se hace presente en buena parte de la trama, por lo que esta película se convierte en una recomendación para esta fecha festiva.

Puesta en escena

Aunque sea una película abstracta en su argumento narrativo y temático, no posee una estética extraordinaria o fuera de lo común y la mayoría de escenas no son ajenas al público en general (salvo algunas que exploran creencias e ideologías distintas); estudiantes debatiendo en un salón o en la calles, una pareja discutiendo frente a su hijo o un reencuentro de enamorados en un Centro Comercial, forman parte un film que se enfocó principalmente en el contenido, no obstante, tiene una escena en  la playa y eso casi siempre es un punto a favor para la fotografía.

Otro punto que puede generar rechazo por parte del público es la manera en que satirizan ciertos personajes, momentos y discursos, llegando a lo absurdo, como si se trataran de sketches televisivos de los populares programas de comedia que existieron en Venezuela.

Por lo tanto, no termina de definirse el concepto narrativo de la trama ya que un discurso dramático puede generar risas, una persecución policial se vuelve absurda y muchas otras escenas que gracias a diferentes factores (principalmente las actuaciones) terminan en la tragicomedia, elemento recurrente en el film.

Elementos artísticos y técnicos

Algunos elementos artísticos tales como el diseño de producción dejan en evidencia las falencias de una producción que tenía todo para brillar mejor si se hubiese ejecutado sobre tablas.

En ese mismo orden de ideas debo comentar que esta película tampoco pasó la prueba del gran reto a superar en el cine venezolano, el sonido. Para ser específico entre varios detalles, esta vez me refiero a que pareciera que se tomó el sonido directo del ambiente (motivo por el cual muchas escenas son dobladas), lo que implicó que los actores debieron proyectar la voz en todo momento, perdiendo la credibilidad que amerita una interpretación para cine.

Es por eso que las actuaciones se perciben muy teatrales y sus personajes poco convincentes, salvo bueno momentos puntuales. Quiero rescatar la gran interpretación de la magistral actriz Francis Rueda, reiterando que su rol hubiese quedado magnífico para una obra teatral. Karina Velasquez, nuevamente en la gran pantalla como por cuarta ocasión en año y medio también hace un buen trabajo interpretativo. Además, algunas actuaciones de reparto que cumplen correctamente su papel.

En resumen

Entre desnudos, reflexiones y la fiesta del Carnaval, esta cinta del experimentado director Roque Zambrano ofrece una visión de cine alternativo.

Una propuesta interesante para analizar, debatir y comentar entre filósofos, sociólogos, estudiantes y amantes de la reflexión en las diferentes áreas sociales.

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