Esta encomienda me ha llegado mil veces

"La mediocridad cinematográfica en pos de la evasión recreacional"

Se conoce como el espectador promedio a aquel que no posee conocimientos básicos cinematográficos, y no tiene por qué tenerlos, no es un pecado no poseerlos y esto no debe ser signo de reproches. El espectador promedio busca en el cine únicamente una forma de evasión y recreación, desconectarse durante hora y media o dos de la rutina diaria para sumergirse en un mundo ajeno e imaginario, en ese sentido para usted el espectador promedio que nos está leyendo la cinta The Curier (El Mensajero) le viene como anillo al dedo.  

 Para el espectador promedio

Este largometraje protagonizado por Olga Kurylenco muy a lo Black Widow a quien ya la vimos como chica Bond en Quantum Of Solace (2008) y como contrafigura al veterano y extraordinario primer actor Gary Oldman en un look muy a lo Nick Fury, le depara acción visceral ininterrumpida, con secuencias efectivas y combates cuerpo a cuerpo coreografiados muy aceptablemente, mientras presenciamos a una fémina mensajera motorizada la cual en su entrega es engañada y las circunstancias la empujan a salvar su pellejo y el de un testigo clave en contra del estereotipado mafioso malísimo de Gary Oldman, quien tiene a gran parte de los agentes de ley en su nómina, pero con lo que no contaba era con la destreza de la mensajera con un currículo militarista la cual pondrá sus planes de cabeza.   

Si lo expuesto le parece ya conocido y reiterativo no importa, de hecho la propuesta bebe mucho de las aguas de las producciones europeas del gran Luc Besson, sobre todo de El Transportador (2002) con Jason Statham, solo que aquí el carro es sustituido por una moto y la figura masculina por la fémina, con la variante de que casi todo el núcleo accionar de la cinta se da dentro de un edificio y en las zonas de aparcamiento, lo que la convierte en una historia de escape.

Si usted es amante del cine de acción simple, sin mucha profundidad y que va al grano, pues esta es su película, le garantizo que su tiempo empleado en la sala de cine será de escapismo total y recreación garantizada, como si de un parque de atracciones se tratara, en donde para subirse a cada una de ellas no hay que pensarlo mucho, solo dejarse llevar por la adrenalina y disfrutarla, y reitero, eso no está mal, usted tiene derecho de abordar al cine desde esa perspectiva.

Ahora, si usted como espectador promedio no va al cine en busca de algo más que mera distracción, acercándose a la cinematografía como forma de expresión artística o con la intensión de llevarse de una idea, un concepto y un mensaje que se pueda digerir y hacer catarsis en torno a él después de abandonar la sala de cine, entonces pare de leer y vaya a ver la cinta en cuestión, porque lo que queda de lectura seguramente no está dirigido a usted. 

 Para el cinéfilo

El mensajero es una propuesta que contiene todos los clichés del cine de acción escapista y dirigido a las grandes masas, aquí no hay nada nuevo tanto en la forma como en su contenido, la propuesta viene a sumarse a esta ya algo desgastada moda del empoderamiento femenino, con una heroína muy a lo Black Widow pero sin la inteligencia narrativa que propone el personaje de Marvel. 

Recordemos que la viuda negra en cierta manera no se enfrenta de cerca, cuerpo a cuerpo a sus adversarios, sobre todo a los musculosos masculinos, quienes de un solo puñetazo lógicamente la dejarían fuera de combate, por lo tanto la viuda negra recurre a su agilidad, elasticidad, rapidez física y sobre todo inteligencia para sobreponérseles. En El Mensajero esta heroína que parece más bien un hibrido cibernético, recibe los más bestiales puñetazos de verdaderos trogloditas gladiadores que en una historia más coherente la dejarían muerta, sabemos que esto es ficción pero dentro de la misma debe haber algo de verosimilitud de modo que el espectador de como creíble la fantasía que presencia.

Pero lo más imperdonable es la utilización tan superficial de una leyenda como Gary Oldman, quien tenga a este actor en sus filas debe comprender que posee a una figura que puede conducir a la historia a otro nivel, el director en un acto de verdadera novatada no aprovecha esto y condena a Gary Oldman a un papel sin trascendencia, que no aporta absolutamente nada y que de la forma como fue abordado este rol lo hubiese podido hacer cualquier otro actor del montón. Aquí se encuentra la más grande falla de la propuesta, si no tienes una contrafigura bien respaldada y dibujada, todo el accionar del héroe no interesa, carece de importancia, ya que en este tipo de cintas la dinámica gira en torno a la relación conflictiva y desafiante entre héroe y villano.

En resumen 

Tenemos a una película más de acción sin casi problemas a nivel técnico pero que no trae nada nuevo al género, que de por si atraviesa al igual que el cine de terror serio problemas creativos, pero aquellos que amamos el buen cine acción podemos estar tranquilos que ya pronto viene Cristopher Nolan al rescate.       

Redactado por: Alfredo Cols