"Juega con los códigos del cine de terror, pero también incorpora elementos del thriller psicológico"
No es secreto para nadie que muchas de nuestras historias, tanto en la literatura como en las diferentes expresiones artísticas, han ahondado en las profundidades de las percepciones humanas hacia la muerte y lo que pasa después de ella.
El cine en su inmensidad de narrativas no escapa de estas premisas. Al explorar las diferentes aristas de un mismo tema, nos ha hecho partícipes de una cosmogonía que disfrutamos y compartimos todos los seres humanos indistintamente de nuestro bagaje cultural.
Como dato curioso, este largometraje fue grabado casi en tiempo récord (12 días) y una edición casi igual (dos semanas). Es la primera película largometraje en Venezuela y el mundo en ser grabada en dos formatos: en DCI 4K y en realidad virtual VR180° 3D para poder ser vista en cines y en lentes de Realidad Virtual en 180 grados y tercera dimensión.
Lo cual marca un hito en nuestra historia cinematográfica contemporánea, al igual que estar ambientada en uno de los grandes íconos de la capital venezolana, es un film que crea interés turístico en nuestros espacios emblemáticos.
Siendo así, el novel director venezolano Kevin Canache, nos invita a un viaje lleno de misterio y suspenso, donde explora algunas de estas vertientes en la narración de su ópera prima: “Hotel Houffer”. La cinta es un thriller de suspenso/drama con algunos otros tintes, desarrollada a través de los ojos de cuatro jóvenes que se adentran en las instalaciones de un hotel abandonado a más de 2000 metros de altura, en el cual sus vidas dan un giro inesperado, conociendo de primera mano las consecuencias de sus actos; y como cereza del pastel, transitando en una teoría sobre la vida después de la muerte.
Aunque la premisa les podrá sonar conocida y tal vez muy sencilla, lo cierto es que esta producción cinematográfica abarca muchas más cosas de las que en primer momento podemos confrontar ¡Y de eso precisamente les voy a comentar!
La teoría del iceberg
Como dato curioso y a diferencia de lo que muchos creen, está metáfora que ha sido ampliamente utilizada en los diferentes campos del saber, fue acuñada precisamente por un escritor, en 1923 luego de la finalización de su cuento: “Fuera de temporada”, Ernest Hemingway concibió la teoría.
Lo que no solo es una teoría sino una técnica de escritura, es descrita por Ernest cómo el establecimiento de una pequeña porción del relato a manera demuestra mientras que el resto sea una parte oculta a descubrir, es decir que para Hemingway, el significado más profundo de una historia no debería ser evidente en la superficie, sino que debería brillar implícitamente.
Partiendo de esta premisa, el guion escrito por Kevin me hizo recordar esto ¡A ver, les desarrollo un poco más la idea!.
La historia que nos propone el realizador se encuentra transversalizada por anhelos familiares, conflictos internos, dilemas éticos, valores morales y hasta nuestras formas de ver, afrontar y relacionarnos con la muerte, la familia, el amor y la amistad.
Todo este compendio dentro de una historia lineal va más allá de lo convencional, en la que el cineasta nos sumerge en algunas formas narrativas sin hacer uso excesivo de ellas.
La historia en la historia
El uso del relato principal dividida en dos grandes arcos (la narración del señor Houffer y la historia de los jóvenes) usadas como hilo conductor para ir desentramando las diferentes mini tramas que nos presenta.
En principio el realizador nos permite entrever las mecánicas psicoafectivas de los personajes y su interacción entre ellos y con quienes lo rodean, luego al adentrarse dentro de los arcos principales nos permite evidenciar los dilemas éticos, acerca de lo que creemos correcto, bueno o malo. Desembocando un poco más allá en los conflictos personales, familiares y hasta sociales.
De esta forma, Canache como un conductor de tren nos hace viajar desde su perspectiva, introduciéndose en cada una de las historias, como si se tratase de estaciones qué debemos visitar, dando en el medio del trayecto unos cuantos giros de tuerca, para mostrarnos paisajes que nos hacen cuestionar y autoreflexionar sobre algunos temas como: la empatía, la hermandad, el amor, la familia, la vida y la muerte.
El Casting
En cuanto a los personajes, son fuertes y bien construidos, pero también vulnerables y complejos. Cada uno de ellos aporta una dimensión diferente a la historia, y sus reacciones ante los sucesos sobrenaturales nos permiten conectar con ellos de manera más profunda.
La actuación del elenco es convincente, especialmente la de Antonio Cuevas, quien magistralmente también fue el encargado del coaching de actuación, este nos permite deleitarnos en su trabajo actoral con dos interpretaciones diferentes, al igual que su gran capacidad en la dirección actoral reflejada en el manejo palpable del desempeño de los demás miembros del equipo.
En cuanto al resto del equipo, disfrutamos un desempeño estupendo, tenemos personajes como el de Nacho interpretado por Antón Figuera, quien nos trae un ser controvertido, impulsivo, manipulador, al que podrías llegar a odiar, en contraparte a Erick Palacios quien encarna a Diego, mostrando a un ser humano carismático, empático y repleto de bondad. En la misma línea se encuentra Matt, por Luis Felipe D’Elia, quien nos presenta a ese buen amigo que te acompaña independientemente de quien seas, con gran encanto, transmitiendo varios sentimientos y emociones. De esta misma manera, Victoria Abuhazi (quien representó a Miss Distrito Capital en el Miss Venezuela 2023) interpreta a Patricia, una joven llena de emociones, contradicciones, pero de buen corazón que es víctima de las circunstancias y transita hacia diferentes emociones.
La Cinematografía
“Hotel Houffer” es una película que juega con los códigos del cine de terror, pero también incorpora elementos del thriller psicológico. Canache logra mantener al espectador al filo de lo inesperado gracias a una narrativa bien construida, gracias a la construcción cinematográfica.
Con ello logra crear una atmósfera angustiante y repleta de ansiedad, aprovechando al máximo las locaciones del emblemático Hotel Humboldt, ubicado en lo más alto del Ávila. Los oscuros pasillos, las habitaciones solitarias y los paisajes nocturnos de la montaña contribuyen a generar una sensación de inquietud constante. La fotografía, cuidada y atmosférica, con planos abiertos para dejar en claro los contextos; y muchos planos cerrados que transmiten esa sensación de intriga, acentúa la belleza agreste del lugar y al mismo tiempo resalta su lado más siniestro.
En resumen
“Hotel Houffer” es una propuesta interesante y prometedora del cine venezolano. Es una película que logra entretener y al mismo tiempo provocar una reflexión sobre nuestros miedos más profundos.
Por ello, ¡Si eres fanático del cine de drama y suspenso, esta película no te decepcionará, así que te invito a nuestras salas de cines y disfrutes de esta historia!
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