Ser o no ser...

 YO SOY LA CARREÑO


"Una obra pulcra, llamativa y sofisticada"

"Yo soy la Carreño" es un soliloquio correspondiente al ciclo "Matria" que ilustra el dilema al cual se tuvo que someter la máxima figura del piano venezolano y latinoamericano del siglo XIX, Teresa Carreño, en un período donde el machismo reinaba y la música era considerada una profesión meramente masculina.

Esta pieza de ficción inspirada en la realidad expone parte de la vida privada de esta elegante dama y su relación con Eugen d' Albert, interpretado por Aarón Cabrera, quien para aquel entonces era un afamado pianista y esposo de Carreño, siendo 11 años menor que ella.

En ese sentido, "Matria" continua su proceso por elevar la voz femenina como combustible para una sociedad igualitaria y justa.

Cine, teatro y televisión

En mi humilde opinión "Yo soy la Carreño" se presenta como la propuesta más "cinematográfica" hasta ahora de las tres piezas estrenadas del ciclo de soliloquios, principalmente, por los planos y movimientos de cámara, los cuales logran que el espectador sea capaz de adentrarse en la locación a través de una intimidad muy característica a la que se puede apreciar generalmente en las producciones adaptadas para la gran pantalla.

No obstante, la obra no se limita a un solo formato y es que al ser un monólogo dramaturgo, "Yo soy la Carreño" nace automáticamente de una propuesta teatral, pero su juego de cámaras y escenografía también la asemejan al formato televisivo de las  telenovelas.

El apartado técnico sigue presentando el mismo detalle del estreno anterior, el sonido, teniendo en cuenta que a pesar de tener excelentes composiciones musicales de ambientación, en momentos determinados los diálogos de la impecable Sandra Yajure se pierden en el eco de la escenografía.

Aún así, es aplaudible que la Asociación Cultural Humboldt se haya arriesgado a trabajar en una propuesta novedosa como lo es el teatro web, pues, aún no existe un manual de producción para este híbrido y solo el ensayo y error permitirá que ese tipo de detalles se vayan puliendo en el camino.

Un viaje a la época de antaño

La dirección de arte es indudablemente uno de los elementos más fuertes de la obra. El vestuario y la escenografía de Elizabeth Yrausquín le aportan elegancia, clase y sofisticación a una fotografía que se apoya una palestra de colores pastel, recreando un ambiente de época.

Ahora bien, así como "Vientre de tierra seca" giró en torno al cuerpo del feto en medio de la celda del calabozo donde se encontraba Luisa Cáceres de Arismendi, "Yo soy la Carreño" gira en torno al clásico piano con el que esta icónica mujer de la historia venezolana maravilló al mundo.

No obstante, de manera muy subjetiva debo expresar que el único aspecto que me causó algo de "ruido" a lo largo de la obra fue la presencia en "modo automático" del personaje de Eugen d' Albert. Entendiéndose esta propuesta como un monólogo teatral, considero que estuvo de más haberlo dejado durante los 50 minutos tocando concentrado en el piano, como si su mente estuviera en un universo alterno.

Más allá de todo eso, se debe aplaudir el magistral trabajo de la propia Sandra Yajure y Edgar Vidaurre por ambientar el discurso a través de unas magníficas composiciones mediante las cuales los espectadores tendrán la dicha de escuchar importantes piezas como "Preludio No.4" de Chopin en Mim Op. 28; "Franz Liszt Soneto" del Petrarca 104, "Eugene d’Albert Sonata" en Fm No.10, "Eugene d’Albert Capriolen" Op. 32 No. 4 “Missie” y Teresa Carreño “Mi Teresita”.

La experiencia reflejada en una gran interpretación

Sandra Yajure es la actriz con mayor jerarquía de las 4 maravillosas protagonistas del ciclo "Matria" y su interpretación lo ratifica, no precisamente por la actuación en sí (me quito el sombrero ante todas) sino por la presencia que refleja sobre el escenario.

Este monólogo se presenta mediante un discurso cargado de muchos "recuerdos y sentimientos encontrados" de una mujer que tuvo que lidiar ante los prejuicios de la sociedad, sin embargo, hay un momento en particular donde Yajure logra una transición de emociones entre la risa y el llanto de manera espectacular ¡Tienes que verla!

Además, otros de los valores añadidos de esta actriz es su relación con el canto, por lo que su interpretación es bastante "auditiva", es decir, más allá de la expresión corporal (como Anakarina Fajardo en "Amor de página roja" y Silvia De Abreu en "Vientre de tierra seca") lo más resaltante es que sabe jugar muy bien con las entonaciones de sus líneas a través de una potente voz.

En resumen

"Yo soy la Carreño" homenajea a una de las artistas venezolanas más exitosas, icónicas y talentosas de todos los tiempos, por lo que automáticamente debería ser una producción de interés para todos aquellos amantes de arte latinoamericano o la música clásica.

Asimismo, esta obra nos ilustra una reflexión que probablemente no ha sido abordada anteriormente como es el rol de la mujer dentro del mundo de las bellas artes, a través del punto de vista de Teresa Carreño.

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